lunes, 14 de noviembre de 2016

MERIENDA SOLIDARIA


lunes, 22 de agosto de 2016

Convocatoria Elecciones 2016

Hermandad del Santísimo Cristo de la Misericordia y Nuestra Señora de los Dolores

La Junta de Gobierno de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Misericordia y Nuestra Señora de los Dolores, en Cabildo de Convocatoria de Elecciones celebrado el pasado día 4 de Junio del presente, acordó convocar a los hermanos de esta Hermandad a Cabildo General de Elecciones que celebraremos el próximo día 16 de octubre de 2016 a las 13:00h de la mañana en las dependencias de nuestra Ermita.
Dando cumplimiento a las Normas Diocesanas para Hermandades y Cofradías se ha elaborado el censo de Hermanos/as con derecho a voto que está expuesto desde el día 10 de agosto al día 10 de septiembre en nuestra Ermita y en el tablón de anuncios de la Parroquia a efectos de su rectificación.
Según el artículo 49 de nuestras reglas queda abierto el plazo de presentación de candidaturas para la nueva Junta de Gobierno de la Hermandad, desde el día 1 de septiembre al día 1 de octubre del presente, ambos inclusive.


miércoles, 9 de marzo de 2016

Normas Para la Estación de Penitencia de la Hdad. del Stmo. Cristo de la Misericordia y Ntra. Sra. de los Dolores

RECORDATORIO DE NORMAS A SEGUIR POR LOS HERMANOS DURANTE LA ESTACIÓN DE PENITENCIA.


.-El nazareno debe ir vestido con túnica y antifaz negro ,esparto y zapatos oscuros.

.-Las hermanas nazarenas no llevarán ningún tipo de maquillaje ni esmalte de uñas. Además no podrá sobresalir el cabello por el antifaz.

.-Está totalmente prohibido levantarse el antifaz fuera del templo, tomar bebidas  alcoholicas así como fumar.

.-Durante la Estación de Penitencia, todos los Hermanos nazarenos deberán estar pendientes de cualquier instrucción u orden de los diputados de tramo.Llevarán consigo la papeleta de sitio pudiendose exigir la misma en cualquir momento.

- A la entrada de la cofradia devolverán el cirio o insignia portada durante la Estación, a las personas y en el lugar que se establezca.

.- Al entran en la iglesia los hermanos nazarenos permanecerán en el interior de la misma hasta que las imágenes esten dentro del templo y si salieran a la calle permanecerán con el rostro cubierto por el antifaz.

- Los hermanos costaleros deberán guardar la compostura en todo momento que  el paso este arriado.

.- La infracción de las siguientes normas de forma grave puede ocasionar la suspensión de posteriores salidas procesionales.




jueves, 11 de febrero de 2016

REVISTA SEMANA SANTA 2016.


















miércoles, 10 de febrero de 2016

MIÉRCOLES DE CENIZA

El Miércoles de Ceniza es el primer día de la Cuaresma en los calendarios litúrgicos católico y anglicano, como así también de diversas denominaciones protestantes (luterana, metodista, presbiteriana y algunas bautistas). Se celebra cuarenta días antes del Domingo de Ramos que da comienzo a la Semana Santa. La ceniza, cuya imposición constituye el rito característico de esta celebración litúrgica, se obtiene de la incineración de los ramos bendecidos en el Domingo de Ramos del año litúrgico anterior.
El Miércoles de Ceniza es una celebración litúrgica móvil ya que tiene lugar en diferente fecha cada año, siempre relacionada con la también móvil celebración de la Pascua. Puede acontecer entre el 4 de Febrero y el 10 de Marzo.


¿Por qué miércoles?

En el siglo IV se fijó la duración de la Cuaresma en 40 días, ésta comenzaba 6 semanas antes de la Pascua (Para calcular la fecha de la Pascua se usaba el Computus), en domingo, el llamado domingo de "cuadragésima". Pero en los siglos VI-VII cobró gran importancia el ayuno como práctica cuaresmal. Entonces surgió un inconveniente: desde los orígenes de la liturgia cristiana nunca se ayunó en día domingo por ser "día de fiesta", la celebración del día del Señor. Entonces, se movió el comienzo de la Cuaresma al miércoles previo al primer sábado del mes

Santa Misa, bendición e imposición de la ceniza

Este día, que es para los católicos día de ayuno y abstinencia, igual que el Viernes Santo se realiza la imposición de la ceniza a los fieles que asisten a misa. Estas cenizas se elaboran a partir de la quema de los ramos del Domingo de Ramos del año anterior, y son bendecidas y colocadas sobre la cabeza de los fieles como signo de la caducidad de la condición humana; como signo penitencial, ya usado desde el Antiguo Testamento; y como signo de conversión, que debe ser la nota dominante durante toda la Cuaresma.

Por algún tiempo la imposición de la ceniza se realizaba al principio de la celebración litúrgica o independientemente de ella. En la última reforma litúrgica se reorganizó el rito de la imposición de la ceniza con el objetivo de que sea un símbolo más expresivo y pedagógico para los fieles, pasándose a realizar después de las lecturas bíblicas y de la homilía, las cuales nos ayudan a entender el profundo significado de lo que estamos viviendo. La Palabra de Dios, en ese día, nos invita a la conversión. El deseo de convertirnos y volver al Señor es lo que da contenido y sentido al gesto de las cenizas.

El gesto simbólico de la imposición de ceniza en la frente, se hace como respuesta a la Palabra de Dios que nos invita a la conversión, como inicio y entrada al ayuno cuaresmal y a la marcha de preparación para la Pascua. La Cuaresma empieza con ceniza y termina con el fuego, el agua y la luz de la Vigilia Pascual. Algo debe quemarse y destruirse en nosotros -el hombre viejo- para dar lugar a la novedad de la vida pascual de Cristo.


Arrepiéntete y cree en el Evangelio” (Cf Mc1,15) y “Acuérdate de que eres polvo y al polvo has de volver” (Cf Gén 3,19). 


lunes, 18 de enero de 2016

HOMILÍA DEL SANTO PADRE FRANCISCO VÍSPERAS DE LA DIVINA MISERICORIDA

HOMILÍA DEL SANTO PADRE FRANCISCO
VÍSPERAS DE LA DIVINA MISERICORIDA

Celebración de las primeras vísperas del II Domingo de Pascua o de la Divina Misericordia, Basílica Vaticana
Sábado 11 de abril de 2015

Todavía resuena en todos nosotros el saludo de Jesús Resucitado a sus discípulos la tarde de Pascua: «Paz a vosotros« (Jn 20,19). La paz, sobre todo en estas semanas, sigue siendo el deseo de tantos pueblos que sufren la violencia inaudita de la discriminación y de la muerte, sólo por llevar el nombre de cristianos. Nuestra oración se hace aún más intensa y se convierte en un grito de auxilio al Padre, rico en misericordia, para que sostenga la fe de tantos hermanos y hermanas que sufren, a la vez que pedimos que convierta nuestros corazones, para pasar de la indiferencia a la compasión.
San Pablo nos ha recordado que hemos sido salvados en el misterio de la muerte y resurrección del Señor Jesús.
 
Él es el Reconciliador, que está vivo en medio de nosotros para mostrarnos el camino de la reconciliación con Dios y con los
hermanos. El Apóstol recuerda que, a pesar de las dificultades y los sufrimientos de la vida, sigue creciendo la esperanza en la salvación que el amor de Cristo ha sembrado en nuestros corazones. La misericordia de Dios se ha derramado en
nosotros haciéndonos justos, dándonos la paz.
 
Una pregunta está presente en el corazón de muchos: ¿por qué hoy un Jubileo de la Misericordia? Simplemente porque la Iglesia, en este momento de grandes cambios históricos, está llamada a ofrecer con mayor intensidad los signos de la presencia y de la cercanía de Dios. Éste no es un tiempo para estar distraídos, sino al contrario para permanecer alerta y despertar en nosotros la capacidad de ver lo esencial. Es el tiempo para que la Iglesia redescubra el sentido de la misión que el Señor le ha confiado el día de Pascua: ser signo e instrumento de la misericordia del Padre (cf. Jn 20,21-23). Por eso el Año Santo tiene que mantener vivo el deseo de saber descubrir los muchos signos de la ternura que Dios ofrece al mundo entero y sobre todo a cuantos sufren, se encuentran solos y abandonados, y también sin esperanza de ser perdonados y sentirse amados por el Padre. 
 
Un Año Santo para sentir intensamente dentro de nosotros la alegría de haber sido encontrados por Jesús, que, como Buen Pastor, ha venido a buscarnos porque estábamos perdidos. Un Jubileo para percibir el calor de su amor cuando nos carga sobre sus hombros para llevarnos de nuevo a la casa del Padre. Un Año para ser tocados por el Señor Jesús y transformados por su misericordia, para convertirnos también nosotros en testigos de misericordia. Para esto es el Jubileo: porque este es el tiempo de la misericordia. Es el tiempo favorable para curar las heridas, para no cansarnos de buscar a cuantos esperan ver y tocar con la mano los signos de la cercanía de Dios, para ofrecer a todos, a todos, el camino del perdón y de la reconciliación.

Que la Madre de la Divina Misericordia abra nuestros ojos para que comprendamos la tarea a la que estamos llamados; y que nos alcance la gracia de vivir este Jubileo de la Misericordia con un testimonio fiel y fecundo